En unos días, en que las actividades que regularmente hago me hastiaron, escribí el siguiente poema, el cual pretende describir a una mujer a travez del cauce de las aguas. Ojalá les parezca bueno.
HONTANAR
Agua brotante de testa emergiendo.
Lenta recorre su lecho cobrizo.
Liban silentes el frescor preciso,
tiernas mariposas, el soplo asiendo.
Tórnase alegre el caudal, recorriendo
el majestuoso alminar de carrizo
hecho. Aparece sedicioso hechizo,
cumbres rocosas, cañada rugiendo.
Surge apacible del cauce fluvial
dúctil estero en mis manos bordeado.
¡Fluye incesante el agua señorial!.
Llega al destino previsto en el mago,
fértil estuario con algas poblado.
¡Barca mía!, ¡al remolino!. Naufrago.
domingo, 5 de julio de 2009
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